"Existían unas cartillas que se les entregaba a los campesinos y a los monitores, que tenían la tarea de explicar lo no comprendido en la radio por medio de una pizarra. Eran 5 cartillas que se dividían en Comunidad Cristiana, Salud, Número, Alfabeto, y Economía y Trabajo" cuenta Miguel. Tal y como lo expresa él, en el libro ACPO – 'Radio Sutatenza' se encuentra que para preparar una sola hora de clase radial, se requería el trabajo de cinco grupos de docentes, especializados en diferentes áreas educativas: Alfabeto, Número, Salud, Economía y Trabajo, y Espiritualidad, cada uno de los cuales se hacía cargo de doce minutos de transmisión. Era necesario preparar materiales para los cinco días de la semana. Posteriormente, cuando se fue progresando se requirió preparar además los materiales tanto para el curso de principiantes, como para el de avanzados.
Las cartillas
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En febrero de 1950 se dotó a Las Escuelas Radiofónicas con la cartilla 'Leamos y Escribamos', suministrada por el Ministerio Nacional de Educación. Este texto buscaba a través de métodos lecto-escriturales evaluar a la comunidad y aclarar lo no comprendido por medio de la radio. Los días pasaron y José Joaquín junto con sus auxiliares se dieron cuenta que a pesar de que existía un nivel de analfabetismo ingente, la población necesitaba adquirir conocimientos en diferentes temáticas relacionadas con salud, economía, trabajo, y espiritualidad; y para ofrecer una solución a esto, en 1960 se inició el estudio del proyecto llamado “Operación cinco”. Este proyecto estaba conformado por 5 cartillas que impartían la educación fundamental integral. Para el 29 de enero de 1962 se entregó al pueblo campesino 500.000 cartillas de la nueva campaña que buscaba apoyar lo sustentado en la radiodifusión.
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