En todo hogar campesino debe haber un Sutatenza, para evitar la ignorancia y salir de la pobreza; era el mensaje del dueto Los Tolimenses, que con guitarras y coplas invitaba a Comprar un radio de Acción Cultural Popular. Llamado que hacia 1956 escuchó el padre de Ismael Prieto Jiménez “mi papá llegó con un aparato en una caja, dizque era la radio, que era Radio Sutatenza y que por ahí se podía aprender a leer y escribir, él nos dijo: chinos, ahí tienen que aprender a leer” comenta Ismael, el mayor de once hermanos.
En ese tiempo la vida en el campo no era una vida fácil, pero sí disfrutada, “mi papá trabajaba de jornalero, y mi mamá cuidaba a un jueguito de destornilladores de mayor a menor, vivimos con dificultades y muchas necesidades seguramente, pero no sentidas. Eso era vivir chévere, jugar con el barro, con el agua, andar descalzos, eso no era algún problema” Ismael y su familia vivían en una casa de vara, tierra, paredes de bareque y techo de rastrojo y paja, ubicada en Sesquilé Cundinamarca, sector rural a 19km de la cabecera municipal. “El agua había que cargarla desde muy lejos loma arriba, luz o energía no existía y carreteras tampoco” para ir al pueblo él o alguno de los integrantes de las sesenta familias de su vereda, debían andar entre 4 y 5 horas por camino de herradura.
El radio de la familia de Ismael, era el segundo que se había comprado en la vereda “la angustia era cuando se acababa la pila, entre todos ahorrábamos centavitos para comprarla y poder prender el radio que solo sintonizaba Radio Suatenza”, recuerda Ismael.
“La pila, que pesaba 22 libras, cuando se acababa, había que venir al pueblo a comprarla, y eso pesaba mucho, pero no importaba, ni siquiera las dificultades del camino, lo importante era llegar a la casa para poder escuchar Radio Sutatenza”
Fueron los primeros contactos con la radio en la vereda de Sesquilé, donde a mediados de 1956 llega radio Sutatenza inicialmente de Boyacá y extendida por el territorio colombiano, que tenía como finalidad instruir en la educación fundamental integral a los campesinos.
Los habitantes de la vereda se reunían a escuchar la radio, y emprender el proceso educativo que Acción Cultural Popular (ACPO) desarrollaba por su cadena radial.
Radio Sutatenza, también conocida como Escuelas Radiofónicas o Acción Cultural Popular, fomentaba el aprendizaje de los cinco saberes en los que educaba: comunidad cristiana, economía y trabajo, salud, números y alfabeto. Se usaban herramientas como la radio y las láminas, que también contribuyeron en el proceso formativo de miles de campesinos colombianos, planchas de 70 x 100 cm con letras del alfabeto y que eran repisadas por los labriegos en sus casas.
"En otra ocasión, mi papá fue al pueblo, se llevó un rollo de láminas; eran 42 de tamaño cartulina y cada lámina tenía una lección. ¡Adivine cuál era la primera lámina! La letra O y con esas láminas, pegaditas con palitos a la pared, cada día mi papá nos hacía repasar una lámina, pero además siguiendo las orientaciones que daba la radio; un aparato mágico y extraño; Tan extraño era, que la única mesa que había en la casa la adornaban con mantel y con flores para poner el radio” Ismael.
De gafas formuladas, cejas pobladas y camisa azul, Ismael relata que una líder campesina fue a Sesquilé y los entusiasmó a ir a Sutatenza, Boyacá, a estudiar en el Instituto de las Escuelas Radiofónicas “Entonces fue cuando hice mi primer curso en Sutatenza en el año 72” Ismael en 1973 realizó el curso de “líderes de la educación campesina” “y me fui a trabajar como líder, a imitar el papel de la señora que un año atrás llegó a Sesquilé, me mandaron a la tierra del Piedemonte Llanero a varios pueblos del Meta” Ismael siguió su proceso formativo con las escuelas radiofónicas de la organización ACPO.
Meses después, realizó el Curso para Supervisores de Líderes, “me asignaron un grupo de 17 líderes y me mandaron para Córdoba en la costa Norte”. Su función era promover las escuelas radiofónicas y supervisar a 17 líderes que más adelante cumplirían su misma labor en diferentes partes del país, aumentando los pueblos, ciudades y países que vivieron el proceso de la educación por radio.
Luego se dedicó a responder las inquietudes de los campesinos a través de la correspondencia que llegaba a Radio Sutatenza, cadena radial con estaciones en Cali, Medellín, Magangué, Bogotá y en Sutatenza Boyacá, cuna del proyecto pionero en educación por radio, que brindaba conocimientos en cinco aspectos: salud, alfabeto, números, suelo y espiritualidad.
La correspondencia facilitaba la comunicación entre la radio y el pueblo, los campesinos mandaban a Radio Sutatenza sus inquietudes, sugerencias, peticiones y felicitaciones por la labor educativa en Colombia y países cercanos que realizaba la organización ACPO.
“Yo respondía las cartas que llegaban de la Costa Norte, que era el área donde yo estaba. Después ascendí a jefe de zona”. En su nuevo cargo, vigilaba la labor de líderes, supervisores y de los asistentes de esa región.
Ismael recuerda con gratitud su paso por Acción Cultural Popular, “su segundo hogar” donde le enseñaron a leer, a escribir y a mejorar su calidad de vida “Yo trabajé con ACPO como líder, después como funcionario hasta el año 80 y los líderes teníamos una asociación, que se llamaba ‘Sociedad Cooperativa de Líderes de la Educación Campesina” y yo me vinculé como tesorero. “Después como administrador en un molino que teníamos en los llanos, para secar, trillar y vender arroz” donde ocupó años más tarde el cargo de gerente, “por distintas circunstancias esa cooperativa tuvo que liquidarse, pero entonces ya la goma mía fue el cooperativismo” Ismael terminó sus estudios en la Universidad Cooperativa de Colombia en el año 2000.
Con más de cinco décadas de vida, Ismael conmemora el proceso educativo que recibieron en las Escuelas Radiofónicas él y aproximados cuatro millones de campesinos “era muy lindo saber que llegaba uno a un pueblo, a una vereda, reunía a los campesinos para echarles el cuento de qué era ACPO y cómo había que hacer para aprender a leer y escribir; eso era un uso sistemático y combinado de medios” que duró 45 años prestando servicios en educación, pero que ha vivido por más tiempo en la memoria y en el recuerdo de quienes hacen parte de la gran familia Acción Cultural Popular.
Ismael Prieto Jiménez
